La Termología es la ciencia que estudia los fenómenos relacionados con la temperatura de los cuerpos y con los intercambios de calor que entre ellos se producen.
Por nuestro sentido del tacto nos damos cuenta de la diferencia que existe entre un cuerpo frío y otro caliente y decimos que el primero tiene una temperatura inferior al segundo. Sabemos también que un cuerpo caliente tiende a enfriarse cediendo calor a los cuerpos fríos que le rodean. Vemos, pues, que los conceptos de calor y temperatura aparecen muy ligados; sin embargo es preciso no confundirlos, ya que puede ocurrir que un sistema reciba calor sin que varíe su temperatura y viceversa.
Observamos que existen muchas propiedades del mundo fisico que varían con la temperatura y parece conveniente emplear alguna de estas propiedades, en lugar del simple tacto, para su medida. Uno de los efectos más notables de la temperátura es el de la dilatación térmica o modificación de las dimensiones de un cuerpo al variar la temperatura del mismo, que sirve de base para la construcción de los instrumentos de medida (termómetros).
Otros fenómenos destacables que se aprecian con la variación de temperatura son los cambios en la resistencia eléctrica de un conductor metálico, que es mayor cuanto más alta es la temperatura, así como la variación en la tensión eléctrica en el contacto entre dos metales (efecto termoeléctrico).
El problema es que la escala de temperatura dependerá del efecto físico que se escoja para su medida. Por esto se eligen los llamados puntos fijos que son dados por ciertos fenómenos que se producen siempre a la misma temperatura. Así, se sabe que el hielo puro funde siempre a una misma temperatura y el agua pura, a una presión determinada, hierve siempre a temperatura constante. Estos puntos, en la escala llamada centígrada, corresponden respectivamente al cero, 0° C, y al cien, 100° C, para una presión normal (760 torr). En la escala Fahrenheit, de uso común en los países anglosajones, se hace corresponder el punto 32 para la fusión del hielo y el 212 para la ebullición del agua.Científicamente se emplea mucho la llamada escala absoluta de temperaturas, llamada también escala de grados Kelvin, en la que el punto cero corresponde a una temperatura extraordinariamente baja, de modo que se daría en un estado de la materia prácticamente inalcanzable. En esta escala la fusión del hielo corresponde al punto 273 (°K), y la ebullición del agua al 373 (°K).
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